lunes, 19 de septiembre de 2011

Soup à l'Oignon

La sopa de cebolla es lo mejor del mundo, es mi gran debilidad, mi némesis, es para mí como la kriptonita para Superman.

...Si a Superman le encantara comer kriptonita. Bueno esa fue una mala metáfora, pero el punto es que la amo y he aprendido a la mala (pidiéndola durante muchos años en cada restaurante que la vendiera) que muy poca gente sabe hacer una buena sopa de cebolla, y es deliciosa y es la onda y toda persona que se considere a sí misma chida debe comerla y amarla y reverenciarla.

Y saber hacerla porque es demasiado fácil:

Para hacer una olla de sopa suficiente para alimentar un estudiante hambriento que no vive en su casa durante unos 2 o 3 días (dependiendo de qué tanta variedad quiera en su dieta esos 2 o 3 días) usted necesitará:

-2 o 3 cebollas blancas grandes
-Harta mantequilla (como media barra)
-Vino blanco
-Tomillo
-Laurel
-Sal y pimienta
-Caldo de res, si usted sabe algo de cocina y no le da hueva preparar un fondo oscuro de res, sería perfecto, si no -caso de la gran mayoría de la gente- unos cubitos de caldo de res de mentiras disueltos en agua hirviendo también funcionan
-Queso gruyère o para una versión realista (o sea pobre) algún queso amarillo y grasoso que se derrita   chido como el gouda o manchego
-Pan tostado, un baguette en rodajas y dorado en el horno es lo ideal
-Paciencia y una palita de madera

El procediemiento es neta lo más pinche fácil que hay:

Primero hay que cortar las cebollas en pluma o julianas, osea así:


Se corta en el sentido de las líneas de la cebolla (la de la foto es morada porque es la foto más ilustrativa que encontré).

Luego se derrite la mantequilla a fuego bajo y se agrega el putamadral de cebolla y se cocina ahí durante unos 15 o 20 minutos moviéndola de vez en cuando con la palita de madera hasta que esté café y muy blanda y despida un olor dulzón.






Después se le echa vino y con la pala se raspan todos los azúcares pegados a la olla y se agregan las hierbas, el caldo y la sal y pimienta.

En un plato se pone sopa, encima un pan tostado con queso y se gratina en una salamandra, o si no se tiene una (creo que nadie tiene una en su casa) se puede gratinar en el horno o poner primero el pan con queso y encima la sopa, pero con esta técnica el pan se aguada muy rápido.

En el caso de las fotos no tenía pan ni queso chido así que le puse unos cubitos de queso gouda para que se derritieran ahí dentro.

así quedó:




Háganla y ámenla. ¡Es una orden!


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