martes, 10 de mayo de 2011

No + sangre

Este fin de semana se hizo en el D.F. y otras ciudades de México y otros países la marcha convocada por el poeta y periodista Javier Sicilia para exigir al gobierno un cambio de rumbo en la recién rebautizada "lucha contra el crimen" (antes "guerra contra el narcotráfico").

Al final habló Sicilia, líder por casualidad del movimiento nacional por la paz.

Aquí les dejo un resumen en 10 puntos del discurso:


1. Se solicita la renuncia del Secretario de Seguridad Pública del gobierno Federal, Genaro García Luna.

2. Aún creemos que es posible que la nación vuelva a renacer y a salir de sus ruinas, para mostrarles a los señores de la muerte que estamos de pie.

3. La maldad del crimen ha asesinado de tres maneras: privándolos de la vida, criminalizándolos y enterrándolos en las fosas comunes de un silencio ominoso

4. Con nuestra presencia estamos nombrando esta infame realidad que ustedes, la clase política, los llamados poderes fácticos y sus siniestros monopolios, las jerarquías de los poderes económicos y religiosos, los gobiernos y las fuerzas policiacas han negado y quieren continuar negando. Una realidad que los criminales, en su demencia, buscan imponernos aliados con las omisiones de los que detentan alguna forma de poder.

5. No aceptaremos más una elección si antes los partidos políticos no limpian sus filas de esos que, enmascarados en la legalidad, están coludidos con el crimen y tienen al Estado maniatado y cooptado al usar los instrumentos de éste para erosionar las mismas esperanzas de cambio de los ciudadanos.

6. La ciudadanía no tiene por qué seguir pagando el costo de la inercia e inoperancia del Congreso y sus tiempos convertido en chantaje administrativo y banal cálculo político.

7. Ponen en evidencia que los partidos políticos, el PAN, el PRI, el PRD, el PT, Convergencia, Nueva Alianza, el Panal, el Verde, se han convertido en una partidocracia de cuyas filas emanan los dirigentes de la nación. En todos ellos hay vínculos con el crimen y sus mafias a lo largo y ancho de la nación. Sin una limpieza honorable de sus filas y un compromiso total con la ética política, los ciudadanos tendremos que preguntarnos en las próximas elecciones ¿por qué cártel y por qué poder fáctico tendremos que votar? Los partidos políticos debilitan nuestras instituciones republicanas, las vuelven vulnerables ante el crimen organizado y sumisas ante los grandes monopolios; hacen de la impunidad un modus vivendi y convierten a la ciudadanía en rehén de la violencia imperante.

8. Pero México no puede seguir simplificándolo y menos permitir que esto ahonde más sus divisiones internas y nos fracture hasta hacer casi inaudibles el latido de nuestros corazones que es el latido de la nación.

9. Por eso les decimos que es urgente que hagamos un pacto, es decir, un compromiso fundamental de paz con justicia y dignidad, que le permita a la nación rehacer su suelo, un pacto en el que reconozcamos y asumamos nuestras diversas responsabilidades, un pacto que le permita a nuestros muchachos, a nuestras muchachas y a nuestros niños recuperar su presente y su futuro, para que dejen de ser las víctimas de esta guerra o el ejército de reserva de la delincuencia.

10. Si no lo hacen, y se empeñan en su ceguera, no sólo las instituciones quedarán vacías de sentido y de dignidad, sino que las elecciones de 2012 serán las de la ignominia, una ignominia que hará más profundas las fosas en donde, como en Tamaulipas y Durango, están enterrando la vida del país.

Mucha gente dice "¿y por qué no marchan en contra de la delincuencia?"
Los narcotraficantes no son servidores públicos, no tienen obligaciones legales con el pueblo, FeCal sí. A ellos no podemos exigirles nada, bueno, podemos pero no tienen ninguna obligación (salvo tal vez moral, pero depende de ellos) de escuchar al pueblo, otra vez, el enano sí.
La estrategia del gobierno federal no está funcionando, en 4 años van aproximadamente 40,000 muertos entre narcotraficantes, sicarios, narcomenudistas, militares, miembros de la marina, policías y "daños colaterales" la forma oficial de referirse a la gente inocente, para evitar el "inocente" y poder acusarlos de estar involucrados con el crimen organizado.

Es triste ver cómo mucha gente (que por suerte no han perdido familiares ni gente cercana en esta guerra) traga y repite este tipo de frases de los noticieros, he oído muchas veces cosas como "Pues si lo mataron por algo será", "Seguro en algo estaba metido" y similares.

Otra cosa que me frustra es la total falta de interés y capacidad de hacer como que no pasa nada de un muy amplio sector de la gente, y tristemente muchos de ellos son jóvenes, gente de mi edad, de la misma edad de la gran mayoría de los muertos. Nosotros somos clase media, vivimos en Puebla, vamos a la universidad, nuestras familias nos mantienen, pero no entiendo cómo pueden ni siquiera interesarse en lo que está pasando en el país, no es sólo que no les importe, muchos ni siquiera saben qué pasa, ni les interesa saberlo.

Hoy un profesor habló de la marcha; aqui, en una de las ciudades más grandes del país y con un índice de delincuencia que va creciendo, con zetas en cholula y con casas de narcos en las colonias, fraccionamientos y pueblos cercanos a la ciudad, sólo 300 personas fueron a la marcha. No entiendo cómo podemos ser tan indiferentes a la violencia, cómo pasó a ser algo normal leer en las noticias sobre decapitados, sobre secuestros, torturas, balaceras calles llenas y a plena luz del día, sobre narcofosas con cientos de cadáveres, sobre niños baleados por militares en retenes.

No entiendo cómo hay gente capaz de reducir su mundo a una pequeña burbuja donde todas estas noticias son tan intrascendentes como las secciones de sociales en los periódicos o un artículo de divulgación científica, los procesan como datos sin importancia que leyeron o vieron en algún punto del día.

No sé si el movimiento de Javier Sicilia sea la solución, no sé si la legalización de la marihuana sea una solución, no sé si las marchas puedan cambiar las cosas, no sé cómo "arreglar" el problema del narcotráfico en mi país. Lo que sí sé es que no quiero más violencia, no quiero más balas, no quiero más muertos, no quiero más desaparecidos, no quiero que vivamos con miedo, no quiero militares en las calles haciendo labores que ni les corresponden, ni están preparados para desempeñar bien, no quiero "unirme" a la gente que ya se acostumbró a la violencia extrema que se ve por todos lados. Y lo que puedo hacer como ciudadano común y corriente, sin voz ni voto, es unirme o seguir las causas y movimientos que creo que tal vez puedan cambiar algo para bien.



Citando a Rius,



Ah y por cierto, Felipe Calderón: hoy que es su día, ve y chinga tu madre.